Todo mi mundo está dentro de tus ojos.
Todo mi mundo está dentro de tus ojos.
Besos dulces y salados. Besos que hacen que cierres los ojos. Besos cogidos de la mano. Besos que son canciones de amor. Besos que transmiten calor. Besos entrelazados en un infinito abrazo. Besos que humedecen deseos. Besos de placer. Besos de lujuria. Besos en la frente para transmitirte cariño. Besos en la mejilla para transmitirte dulzura. Besos en la boca para transmitirte amor. Besos en el cuello para transmitirte deseo. Besos que recorren tu espalda. Besos en tus pechos. Besos en tu sexo.
Besos que acaban en sonrisas.
Todos esos besos son los que tengo guardados para ti.
La mejor música para mis oídos es la que forman tus gemidos que forman notas de deseo, cuando sientes que mis manos tocan las cuerdas que forman tu cabello y notas como mi arco va dibujando en tu cuerpo melodías de placer.
Ardamos en infiernos de lujuria, mientras que nuestras pasiones encienden los deseos más ocultos que esconden nuestras mentes pervertidas por húmedos ríos de placer.
Tu cuerpo es la mejor lectura con la que me gustaría descansar mis ojos cada noche, mientras paso las páginas que forman tu piel con la yema de mis dedos, y notar el calor que forman las letras de tus poros, los puntos que forman tus lunares y los paréntesis que forman tus brazos alrededor de mi cuello.
Camera
Canon EOS-1Ds Mark III |
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ISO
400 |
Aperture
f/5 |
Exposure
1/1000th |
Focal Length
34mm |
Envuelves de seda con tu mirada mis noches solitarias, mientras mi deseo de cubrirte con mi cuerpo y que sientas mi calor, me consume entre sueños y desvelos.
Esos besos…
Dulces, miedosos, pasionales, tiernos, ardientes, en la boca, en la cara, en el sexo, lujuriosos, mordidos.
Te acuerdas del que diste. Aguardas el que darás. Anhelas el que no diste. Te amarga el que no pudiste dar.
Esos besos…
Contemplando las luces de la ciudad, desatamos nuestros más lujuriosos deseos al vaivén de nuestros cuerpos desnudos, al mismo tiempo que nuestros gritos y gemidos invaden el silencio de la noche.
Me entretengo recorriendo con mis ojos cada letra de tu piel, mientras mis manos recorren con la punta de las yemas las palabras que forman cada pliegue de tu dulce cuerpo, transportándome a universos de deseo y placer.
Deja secar tu pelo al sol, mientras admiro la dulzura de tu cuerpo que me transporta a paraísos de deseo, placer y lujuria.