Un piso reformado con aires de loft en Barcelona
Con nueva distribución y un aire loft, este piso barcelonés se reformó con tanta maestría y estilo, que nada hace pensar que es la segunda residencia de sus propietarios, una pareja francesa enamorada del barrio del Born.
En el barcelonés barrio del Born, lleno de vida, con cafés, restaurantes y tiendas cool se encuentra este piso, de 78 m2, propiedad de una pareja francesa, que lo ha convertido en su segunda residencia. Lo descubrieron en una de sus escapadas a la Ciudad Condal y les encanta su ubicación, en una pequeña plaza, rodeada de estrechas calles peatonales. Se animaron a reformarlo porque querían sentirse allí realmente como en casa, y sabían que para lograrlo, era necesario cambiar su distribución, renovar revestimientos e instalaciones… En definitiva, actualizarlo. Para ello confiaron el proyecto al estudio de arquitectura e interiorismo Egue y Seta, formado por Daniel Pérez y Felipe Araujo.
Terminadas las obras el resultado es una casa moderna y funcional en su distribución e instalaciones, pero con un aire loft y pinceladas country y vintage. ¡Ideal! El punto de partida fue establecer la división de la casa en dos zonas: día y noche, y el derribo de algunos tabiques. En la fachada principal se proyectó una estancia diáfana, con tres balcones a la calle, que integra salón, comedor y cocina. Y hacia el patio, dos dormitorios y dos baños. Con la organización del espacio definida, llegó el turno al interiorismo. Se acertó al dejar una de las paredes con el ladrillo visto, porque con el techo de bovedillas original de la casa y las nuevas ventanas en pino melis, el piso luce una imagen de loft con encanto.
La cocina, abierta al salón, potencia ese look al añadir color y dinamismo en su pared, con mix de motivos hidráulicos, y en el pavimento, con un llamativo collage de cerámica hexagonal, que en su unión con la tarima de roble, presenta una bonita transición. En el dormitorio principal también se recrea un ambiente retro, con una pared con efecto cemento, papel vintage y mobiliario mid-century. En armonía el baño, con mueble de lavabo en roble, y de nuevo, máximo interés visual en los revestimientos; en este caso, un gres oscuro, pleno de matices, que simula madera.
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